lunes, 3 de septiembre de 2007

ARUPO


Llegaron al bosque. Se miraron profundamente a los ojos.
Upo descubrió en los ojos de Aru un dejo de miedo… un poco de malicia… Pero pensó que tal vez solo estaba un poco confundido por los nervios que lo invadían.

La luna llena había llegado al punto de su máximo esplendor. Ahí, en medio del cielo, brillaba iluminando a los amantes suicidas.

Upo sacó su puñal… Aru sacó el suyo…

El momento de clavarse el puñal había llegado…

De espaldas al otro, Aru y Upo se despidieron y levantaron sus puñales.
Un salpicón de sangre cayó sobre los árboles y hojas secas que rodeaban a la pareja.
Pocos minutos después Upo tendía ensangrentado en el suelo mientras Aru seguía de pie con el puñal tocándole apenas la piel.

Detrás de uno de los árboles más frondosos salió el padre de Aru.

La felicitó por su valentía y su renuncia a la pasión.

Esa noche Aru se coronó reina suprema del reino de su padre.

En el lugar donde murió Upo desangrado nació un árbol de grandes hojas y flores rosadas… Lo llamaron Arupo.

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